El sábado pasado estuvimos, como hacemos cada vez que podemos, recorriendo diferentes lugares del interior de nuestro departamento. Esta vez llegamos invitados por los organizadores a la Asamblea de la Sociedad de Fomento Rural de la Colonia Tomás Berreta.

El camino de desarrollo sostenido en más de doce años deja a Uruguay fuera de los objetivos de fondos de apoyo de la Unión Europea. Sucedió con nuestro Estado Nacional, Intendencias y también a los sectores privados especialmente el agropecuario. Por eso compartimos la preocupación de la Comisión de la Fomento en cuanto a la necesidad de la instalación del tema y la toma de conciencia. Es hora de fortalecer estructuras propias, fondos propios y de a muchas más y más.

El Uruguay crece y se desarrolla y con ello, sus responsabilidades y compromisos. El precio de ese objetivo estratégico como Nación es cada vez más valernos por nosotros mismos. Por el futuro de esperanza y consolidación de los más de 140 colonos de la Tomás Berreta, añoramos que comprendan la advertencia de la Comisión saliente y el enorme desafío de la entrante.

Cuando hablamos de nuestra producción y de las formas de organizarse y de participar en nuestro interior, tenemos que reconocer estos esfuerzos y todo lo que aprendemos cada vez que vamos a uno de estos lugares.

La gente está organizada, se reúnen, evalúan las diferentes situaciones, debate y llegan a acuerdos sobre lo que se debe de hacer y cómo hacerlo. Y además se da un proceso casi natural de que culmina un período al frente de la institución y otros asumen naturalmente esa posta y continúan el trabajo.

A nosotros nos gusta mucho cuando nos invitan a estas actividades y somos observadores de este proceso de organización y coordinación. La gente, tomando decisiones y acciones y buscando el bienestar del conjunto, de eso se trata. En tiempos en donde en un sector de la población se confronta todo el tiempo, allí tenemos ejemplos que a pesar de las diferencias, que las tienen, se consiguen acuerdos y se buscan alternativas.

-Tany Mendiondo