Los desafíos del presente, complejos, extremadamente complejos, requieren de políticas comunes, de Estado. El Cambio climático,la destrucción de puestos de trabajo como consecuencia de la innovación y tecnología, la nueva educación para un siglo XXI cada vez más exigente, la adecuación de sistemas de seguridad social y muchos temas más requieren que trabajemos juntos.

No obstante la política diaria se nutre de muchas mezquindades, campañas sucias, descalificaciones, en definitiva descalificación de la nobleza que hay en la actividad Política.Tal realidad contradice y posterga el encare común de los retos que es menester enfrentar con acuerdos. Voy a dar un ejemplo de lo que ha sucedido con el llamado proyecto de “Viviendas Populares”.


Si usted manda a su hijo a comprar pan y no le da dinero es altamente probable que su hijo no pueda comprar pan. Eso han hecho. Han establecido que quieren hacer viviendas, pero no hay recursos para ese proyecto. Es una forma desprolija y sobre todo poco eficiente de hacer las cosas, y es exactamente lo contrario de lo que exige una política de Estado. Un acuerdo momentáneo entre la oposición y un voto de nuestra bancada ha generado un retraso en poder llegar a acuerdos en serio sobre un tema importante como lo es el de la vivienda.

Todos queremos que haya más viviendas, y la prueba es lo que se viene haciendo en este período de gobierno. El Plan Nacional de Vivienda que incluye diversos mecanismo y entidades lleva entregadas miles de soluciones. Y en lo que resta de este período se entregarán muchas más. Tenemos que ir casi 70 años atrás para encontrar tantas viviendas implementadas como en estos últimos años. Ahora en este tema nuestro desafío y nuestro propósito es destinar más recursos para terminar con el déficit habitacional.

Pero por más que se inventen “leyes”, las obras no se hacen por decreto o por imaginación. Las obras se hacen con recursos. Y ello requiere que usted los tenga. Los recursos para esto que se votó la semana pasada en la Cámara de Representantes no existen y nosotros no nos vamos a hacer cargo de la improvisación y de generar falsas expectativas.

La ciudadanía eligió en 2014 un proyecto de país, ese proeycto tiene un Plan Nacional de Vivienda que se viene cumpliendo y con creces. Alguien puede decir que no es suficiente, y está en todo su derecho a decirlo y a buscar todos los mecanismos para cambiarlo. Pero ese derecho exige que el cambio se dé en las urnas…en el 2019 tendrá que someter sus planes a la voluntad del pueblo.

Mientras tanto nosotros seremos celosos guardianes que se cumpla con lo prometido y la promesa empeñada. Y en eso estamos.
-Tany Mendiondo-