Desde hace más de una década que en Fray Bentos se habla del motor de Borges, pero sin embargo uno de los eventos más prometedores sigue sin avanzar ni ser desarrollado.

En la última semana nuevamente el semanario Monitor publicó una nota sobre este invento y desde allí se plantea que "un motor ante el cual han desfilado políticos de toda índole, desde ministros hasta presidentes, prometiendo lo necesario para desarrollarlo en el país, quizá lo único que realmente demanda su inventor"... "Angel Borges no ha tenido la posibilidad de presentar su invento al mundo, tal vez porque vive en un país que no invierte en investigación y desarrollo".

Características del Motor Borges

Se trata de un motor roto-lineal a pistón, que a diferencia del motor convencional prescinde de las siguientes piezas: cigüeñal, tapa de cilindro, árbol de levas, válvulas, engranajes, cadenas, resortes.

Hay que decir que está fabricado con apenas cuarenta piezas, de las cuales solo cinco son móviles (lo que reduce al mínimo las posibilidades de rotura; en contrapartida, el motor convencional cuenta con hasta sesenta piezas móviles), lográndose con esto dos explosiones por giro, o sea, una explosión por cada 180°. Por lo tanto, durante un giro completo realiza todas las fases de un motor de cuatro tiempos convencional, por lo que con apenas dos pistones alcanza un rendimiento teórico de un motor de cuatro cilindros.

Es importante destacar que todo esto se logra con cinco veces menos piezas que el motor convencional (40 del motor Borges contra 200 – 250 del motor convencional).

Lo que Ángel Borges se propuso fue un motor que optimice la termodinámica, sin vibraciones y con alto torque a bajas revoluciones (capaz de mover un auto a solo 250 RPM, cuando un motor convencional modera a 850 RPM).

En el interior de un motor a combustión interna tienen lugar dos transformaciones: una termodinámica, cuando el calor del combustible se quema en la cámara de combustión transformándose en trabajo mecánico; y otra cinemática, que ocurre cuando el movimiento alternativo del pistón se convierte en movimiento giratorio de un eje motriz. Hay que destacar entonces que la forma en que estas dos transformaciones se producen es lo que marca la diferencia entre el motor convencional y el motor Borges.

Otra diferencia está signada por la eficiencia para transformar la energía química del combustible en energía cinética de rotación; un mayor rendimiento termodinámico y mecánico del motor redunda en menor consumo de combustible y mayor trabajo mecánico al eje motriz; reduciéndose como corolario la cantidad de emisiones a la atmósfera.

Mientras este último requiere de 100 kilogramos de acero, el motor Borges requiere de 40 kilogramos. “También, durante todo el proceso, el motor consume menos combustible, así que se reduce la contaminación debido a que hay menos gases de escape residuales. La diferencia en favor del medio ambiente es clara”, afirma el inventor.

Durante años Ángel Borges trabajó solo en su proyecto. “Lograr una cosa así requiere observación, conocimiento, imaginación, intuición y mucho, mucho trabajo”, nos dice.

“A veces pasa que vemos algo, nos lo explican, pero si no lo entendemos no creemos en lo que nos muestran”, afirma.

Quizás por eso el motor Borges aún no se fabrique y sus dos prototipos descansen en el taller, porque la gran cantidad de burócratas que ha desfilado por allí, que no dispone del conocimiento necesario para entender la ingeniería y el funcionamiento del motor, no ha tenido la visión suficiente para darse cuenta de que Ángel Borges es una de esas personas que, como dije al comienzo, “dan valor y contribuyen a cimentar nuestra identidad, ya no como uruguayos, sino como seres humanos.

Fuente: www.monitor.com.uy
Artículo escrito por George Kennedy.
Fotografías gentileza de George Kennedy.