Tras el episodio de los abuelos afectados por gastroenterocolitis, el BPS en conjunto con la intendencia, representantes de la salud y organizaciones de jubilados, adoptaron un protocolo a seguir de ahora en más respecto al cuidado y alimentación de quienes se alojen en el centro vacacional de Las Cañas. También es cierto que tampoco pudieron determinar las causas que llevaron a que por segunda vez en lo que va del verano, varias personas de la tercera edad sufrieran cuadros de vómitos y diarreas.

Julio Perroux habla en el comunicado "de una campaña destructiva que no se merece y no condice con lo ocurrido". ¿De qué campaña habla Perroux? ¿del derecho de un periodista a informar o del derecho de la gente a informarse? Recordamos que fue el propio dirigente el primero que habló públicamente de la situación originada en Las Cañas y de la preocupación que le transmitió por éste hecho al director del BPS, Sixto Amaro.

¿Al fin y al cabo, fue solo una nota que canal 12 envió a canal 4 de Montevideo, la que generó tanto revuelo?. ¿Que más sucedió? La información fue cierta, ocurrió y eso es lo que importa.

Fue el Directorio del BPS y no un periodista el que ordenó cerrar transitoriamente el centro vacacional hasta tanto se supiera que era lo que habia pasado.

Ocultar un hecho no está nada bien y cargarle culpas al periodista tampoco. La noticia es noticia, sea buena o mala y le pese a quien le pese. El periodista no puede dejar de informar por medir a quién le caerá mas o menos gordo o si favorece o perjudica a alguien. El día que hagamos eso, entonces tendremos que dedicarnos a otra cosa. Es un principio básico que la sociedad debe defender cuando este tipo de derechos se vea amenazado. Sobre todo nuestro amigo Julio Perroux, debería saberlo mas que nadie.  No quisiéramos confrontar, pero entenderá que por el bien de todos no podemos dejarla pasar.