“Estamos preparando la implementación del Sistema Nacional de Cuidados con el armado de una estrategia de formación, la coordinación con el mundo cooperativo y la regulación de los servicios”, dijo Julio Bango, de la Secretaría de Cuidados del Mides. Añadió que se ha realizado “una georeferenciación de Uruguay para saber dónde están los niños y las personas mayores dependientes para así crear las infraestructuras adecuadas”.

Con el objetivo de sentar las bases de la ingeniería interna del Sistema Nacional de Cuidados que se implementará en 2016, en estos cinco meses de trabajo se han diseñado y organizado metas y acciones que serán la parte práctica del proyecto que ya aprobó la Cámara de Senadores y que sigue en el Parlamento a la espera de convertirse en ley, explicó Bango en entrevista con la Secretaría de Comunicación.

El portal del Sistema de Cuidados que se instalará el año próximo contendrá un registro nacional de cuidadores y otro de servicios que estará compuesto por las empresas que desarrollan cuidados domiciliarios.

Bango, responsable de la Dirección Nacional de Cuidados, indicó que el registro permitirá desarrollar políticas de información, de actualización y sobre todo de supervisión de los servicios para asegurar los estándares de calidad que se brinden.

Además de los modelos de provisión de servicios públicos, privados y unipersonales ya existentes, el futuro sistema promoverá enfáticamente la creación y el fortalecimiento de cooperativas de trabajo, modelo que está en línea con la filosofía política del Sistema de Cuidados, que llegará a todo el territorio nacional.  

Con el objetivo de analizar los criterios para la creación de cooperativas de atención, Bango mantuvo reuniones con autoridades del Instituto Nacional del Cooperativismo (Inacoop), la entidad gubernamental encargada de dirigir las políticas hacia este tipo de empresas de carácter colectivo en su gestión y realización.

En primera instancia, la meta es que el Sistema Nacional de Cuidados firme un acuerdo con el Inacoop y, por otro lado, apelar a las capacidades de la sociedad civil para empezar a desarrollar el sistema de economía social que aporta los recursos concretos que se necesitan, para ampliar con la necesidad de más trabajadores, los servicios de cuidados.

Bango también mantuvo el jueves una reunión con representantes de la Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas (Cudecoop), la central de tercer grado que coordina y agrupa a todas las organizaciones cooperativas en el país, y con la Federación de Cooperativas de Producción de Uruguay.

Además se han concretado encuentros con la central única sindical PIT-CNT y con la Red Procuidados. La articulación del sistema con las organizaciones de la sociedad civil es vital porque son las que han contribuido a poner el tema de los cuidados en la agenda pública, puntualizó.

Enfatizó que el diálogo con las organizaciones sociales es permanente, siguiendo el mandato de la ley que establece un comité consultivo integrado por representantes de la estatal Universidad de la República, del sindicalismo, de organizaciones de la sociedad civil y del sector empresarial.

También explicó que en este momento hay dos situaciones: trabajadores futuros que van a  querer actuar en el sector del cuidado o formar una cooperativa, que necesitan capacitación, y por otro lado están lo que ya brindan servicios de cuidados y ese saber lo tienen que ratificar.

Narró, además, que se diseñó un sistema de acreditación de saberes y de competencias. Para ello habrá cursos de acreditación de saberes y de competencias a través de clases de 90 horas para la formación inicial de los asistentes personales, mientras que aquellas personas que demuestren mediante una prueba que están capacitadas tendrán acreditadas 50 horas y van a tener que completar las 40 restantes.

“Vamos a ir gradualmente homogeneizando la calidad de la formación para dar garantías de que los cuidados sean buenos”, puntualizó.

Esta apuesta a la economía social y la autogestión cristaliza el principio de solidaridad social que caracteriza la creación de una política pública nacional e integrada de cuidados de personas.

Respecto de la apuesta a la economía social y la autogestión que realiza el Sistema de Cuidados, Bango señaló que hay que generar las condiciones para brindar los servicios.

En ese sentido explicó que hay tres vertientes: una, que es la que se usa ahora, con un programa piloto que se ha estado implementado con asistentes personales, con transferencia de recursos económicos a través del Banco de Previsión Social, previo a un proceso de selección que realiza el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).

Una segunda premisa es la ampliación por la necesidad de brindar más servicios a través del sector privado, y una tercera opción que es fortalecer y desarrollar la economía social a través de la implementación, por ejemplo, de cooperativas.

“Es necesario definir una política donde ampliemos los instrumentos para llegar de la mejor manera a toda la población y para ello es necesario utilizar varios instrumentos, distintas alternativas que nos permitan un mayor margen de flexibilidad y sobre todo una mayor capacidad de alcance y radio de acción”, aseguró.

Para ello se mantienen reuniones de trabajo con los representantes de los ministerios de Economía y Finanzas, Desarrollo Social, Educación y Cultura, Trabajo y Seguridad Social, y Salud Pública, de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, del Banco de Previsión Social, el Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay y de la Administración Nacional de la Enseñanza Pública, que conforman la Junta Nacional de Cuidados.

 En ese ámbito se toman decisiones y arman un plan con una propuesta de presupuesto que ya está en manos del Consejo de Ministros para luego ser enviado al Parlamento.