Hay varias historias en relación al corned beef de Fray Bentos, que se usó para alimentar a los ejércitos aliados en las dos guerras mundiales.
El pasado 5 de julio el Frigorífico Anglo del Uruguay fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Una gran multitud festejó ese fallo de la Unesco.
La famosa lata cuadrada llegó a Uruguay en 1863. La empresa alemana Liebig se convirtió en 1924 en el Frigorífico Anglo (de capitales ingleses), compañía que operó hasta 1979.
Llegó a exportar millones de latas de conserva al Reino Unido y otros países de Europa.
La historia ha sido llevada al cine en varios documentales, mostrando la fábrica y su vieja maquinaria, conocidas como “la gran cocina del mundo”.
En el film “El paciente inglés”, ganador del Oscar en 1996, el protagonista Ralph Fiennes carga a su amada herida hasta una cueva y le deja como suministro las legendarias latas de la firma Liebig.
En las trincheras se le llamaba Fray Bentos a todo aquello que se considerara buena comida. Por eso la película “Gallipoli” es una notable evocación de la batalla entre australianos y turcos durante la Primera Guerra Mundial, frente a la impavidez del alto mando británico.
Allí pudo verse a un joven Mel Gibson en medio de una cuidadosa evocación de época, que llegó al detalle de mostrar la lata más clásica del corned beef de Fray Bentos, recordando la importancia de esas conservas.
A partir del fallo de la Unesco, creemos que en esa localidad puede generarse una inmejorable oportunidad de turismo y trabajo. El tiempo dirá…
Nota extraída de Subrayado escrita por Jackie Rodríguez Stratta. Foto extraída de Internet