Sobre el tema de los 80 funcionarios cesados por la IMRN, básicamente, la discusión se ha centrado en las justificaciones para el cese y en las críticas por esa decisión, discurseando más que nada “para la tribuna” y no pensando realmente en el drama de las familias que quedan sin trabajo…

¿No será hora de dar un giro al tema y pensar en buscar alternativas laborales para la gente que quedó sin un sustento para su familia?

¿Cuál es el perfil de la gente cesada?

¿No hay programas de reconversión laboral?

¿El MIDES no tiene planes de Uruguay Integra?

¿Qué le puede ofrecer la sociedad a través de las instituciones del Estado para la reconversión de los funcionarios cesados para que puedan insertarse laboralmente, no en la Intendencia sino en otros organismos o empresas o por su cuenta?

Creo que la discusión de fondo sigue pendiente.

¿La Intendencia los cesa porque no tiene dinero para pagarles?

Si tuviera dinero, ¿hubiera mantenido a los 80 funcionarios?

¿Es cuestión de disponibilidad de dinero?

¿Es una decisión tomada pensando en la urgencia del corto plazo o es una cuestión del perfil de Intendencia que quiere construir el Frente Amplio en los 5 años de su período de gobierno?

Porque siempre, la crítica fue que la IMRN tenía muchos funcionarios.

Ahora, ¿se mantiene la crítica pero se mantiene la idea de no echar gente o esta idea ha sido socavada por la realidad de la falta de recursos y se aprovecha esta circunstancia para avanzar en la otra idea nunca dicha de reducir la cantidad de personal para construir una Intendencia equilibrada?

Porque si se quiere una Intendencia equilibrada, aunque nadie lo quiera decir, sí o sí hay que reducir la cantidad de funcionarios para equilibrar las finanzas de acuerdo a los recursos genuinos, y no depender de préstamos bancarios o recursos que le pueda aportar el Gobierno Nacional.

De cualquier manera y sea por la razón que sea, la idea de reducir la cantidad de funcionarios debe ir acompañada de planes para reinsertar a esa gente que quedaría desempleada (para no generar un problema social mayor).

Por el contrario, si el problema es solo disponibilidad de dinero para mantener a todos los funcionarios, quizás la medida fue apresurada pues la Intendencia, por algún mecanismo, con seguridad, dinero va a conseguir.

Porque si no consigue dinero, entonces, es lógico pensar que se seguirá cesando a más gente y eso, no creo que suceda.

Ahora pregunto: Si la Intendencia vuelve a tener disponibilidad de dinero, ¿tomaría de nuevo a los 80 funcionarios cesados? Si lo hace, eso no me parece coherente con la idea del perfil de Intendencia que plantea construir el Frente Amplio en el largo plazo.  Ahí volvemos a plantear lo que me parece fundamental y que hasta ahora no se ha discutido: ¿Qué le puede ofrecer la sociedad a través de las instituciones del Estado para la reconversión de los funcionarios cesados para que puedan insertarse laboralmente, no en la Intendencia sino en otros organismos o empresas o por su cuenta?

¿O seguimos pensando que la Intendencia es una “fábrica de empleos”?