Un hombre abusó reiteradamente de su hija biológica de 7 años. Los funcionarios de Fiscalía, Juzgado y Defensoría de Oficio, se han acostumbrado a lidiar cada vez más seguido con situaciones de extrema complejidad. Las denuncias por abuso sexual se han multiplicado en los últimos dos años; se ven casos realmente dramáticos y sumamente traumáticos para niños y adolescentes víctimas de abuso y maltrato. Empero, el 20 de abril será recordado porque en Fray Bentos, se emitió una sentencia inédita.  

EL CASO. La niña le contó llorando a su madre que cuando viajaron a conocer a un familiar, el padre la acostó en su cama, le bajó su ropa interior y abusó de ella.

Ante el sistema de cámara Gessell, que se utiliza para preservar y no revictimizar a los menores, la niña que hoy tiene 9 años, contó que su progenitor tocaba sus partes íntimas desde que tenía 6 años.

“Yo sé que estuve mal, perdoname” le imploró a su esposa cuando la situación fue puesta al descubierto. 

La madre se encerró en una habitación con sus hijos y llamó a la Policía. Mientras esperaba el arribo de los efectivos, la denunciante se percata que el imputado estaba cortándose el cuello en un intento de autoeliminación. Al arribo, los policías lo trasladaron al hospital donde le salvaron la vida. 

Mediante juicio abreviado, el juez de 1er turno, Claudio De León, condenó a un hombre de iniciales MALD como autor penalmente responsable de reiterados delitos de Abuso Sexual en reiteración real con un delito de Abuso Sexual especialmente agravado, a la pena de tres años y cinco meses de

penintenciaría. La sentencia también determina entre otras medidas, la suspensión por 10 años en el ejercicio de la patria potestad.

INÉDITO. El juez penal de 1er turno, Claudio De León, dictó una sentencia que es innovadora por cuanto se dirige a la víctima en un lenguaje acorde a la edad y a las circunstancias del proceso traumático que le tocó vivir. 

En virtud a los instrumentos internacionales ratificados por el país, y acorde a lo establecido en

el código penal y de la niñez y adolescencia, el juez De León se expresó textualmente en estos términos:

“Hola (y se dirige a la niña por su nombre), soy Claudio, el Juez que estuvo escuchándote el día que tú fuiste al Juzgado. Si bien tu no me viste, estuve muy atento a todo lo que dijiste.

Quiero decirte que sos una niña fuerte y que lamento mucho lo que te pasó. Quiero que sepas que esto del Juzgado terminó y tú papá quien te lastimó va a estar un tiempo en la cárcel y que no te volverá a lastimar.

También quiero decirte, que no volverás al Juzgado y no te preguntarán más sobre lo que te pasó.

Espero que tu mamá y tus hermanos te sigan acompañando.

Sobre tú papá, lo estaré vigilando; y si no soy yo, será otro Juez o Jueza que lo haga, así quequédate tranquila.

Solo me queda decirte qué si precisas ayuda o querés hablar, podes pedirle a tuabogada que ella seguramente hará todo lo necesario para conseguir con Gabriela (Godoy) la Fiscal que conociste” expresa en su parte medular la sentencia inédita dictada por el juez de primer turno de Fray Bentos.

(*) Fotografía meramente ilustrativa.