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Siguen cayendo en manos de delincuentes.
A pesar de todas las advertencias que la policía realiza casi que en forma semanal, hay gente que sigue cayendo con el cuento del tío.
M.G.C.R de 47 años de edad, domiciliada en Fray Bentos, se presentó en seccional segunda para radicar una denuncia luego de percatarse que cayó dos veces en el día, girando dinero para una supuesta ayuda en el extranjero.
Primero giró una suma en dólares no especificada por la policía a E.A.P. D de Bolivia, dado que un supuesto funcionario del aeropuerto de Carrasco, se contactó con ella para que enviara ese dinero porque las valijas de su primo Marcos, habían quedado retenidas.
Más tarde volvió a enviar desde Fray Bentos, un total de 29.700 pesos uruguayos, porque le manifestaron que encontraron 10 mil dólares en la valija que no estaban declarados.
Luego de correr a realizar estos giros, se puso en contacto telefónico con su tío radicado en España. Mayúscula sorpresa se llevó cuando el familiar le informó que Marcos, su primo, estaba viajando en un barco hacia Mallorca, y que en ningún momento había viajado hacia Uruguay.
Los estafadores, algunos de los cuales operan desde la cárcel, con disponibilidad de teléfonos y todo el tiempo del mundo, estudian a sus futuras víctimas analizando sus redes sociales y sus vínculos familiares. Donde encuentran vulnerabilidades es cuando salen a "cazar".
