El próximo domingo 24 los uruguayos nos enfrentamos a una decisión trascendente. Ya hemos elegido cómo integrar el futuro Parlamento, ya se sabe que nadie tendrá mayorías propias y automáticas. Ni nosotros, ni el adversario. Porque construír la mayoría de una coalición es mucho más difícil de lo que algunos se imaginan. Los que tenemos algunos años ya hemos visto cómo funciona, semanas y meses de negociaciones para sacar una Ley. Y además, las coaliciones anteriores de los Partidos Tradicionales no han superado los tres años de existencia, luego el Partido del Presidente electo se queda solo en el gobierno. Sin mayorías, sin apoyos de sus “socios” y con profundas desaprobaciones de la población. Sólo hay que recordar lo que les pasó a todos los primeros gobiernos desde la salida de la dictadura.

Pero hoy les quiero contar algo muy elemental, casi básico de por qué podemos votar el domingo. Podemos votar por algo positivo, no solamente por lo negativo que vemos en el otro. Por ejemplo, yo creo que no es bueno darle el mando y el gobierno de todo un país a alguien que no tiene ninguna experiencia ejecutiva. Que jamás tuvo que dirigir y tomar decisiones que afecten la vida de miles de personas. Por eso creo que Daniel Martínez está mejor preparado, tiene experiencia y también una mayor sensibilidad para desempeñar un cargo que va a requerir inteligencia, capacidad de diálogo y también paciencia.

Pienso que es bueno darle el mando y el gobierno a alguien que sabe solucionar problemas, porque ya lo ha demostrado. A alguien que cumple con su trabajo incluso en circunstancias complejas. La Intendencia de Montevideo, después del gobierno nacional, es de las tareas más exigentes que puede tener un gobernante de nuestro país. Daniel no sólo mejoró la gestión, no sólo eliminó el déficit crónico de la misma. Está haciendo decenas de obras e introdujo la tecnología del Siglo XXI. ¿Y saben algo? No aumentó la conflictividad sindical. No tuvo que manejar clientelísticamente ni con soberbia su gobierno. Diálogo, inteligencia y resiliencia.¿El otro candidato a la presidencia tiene estas virtudes? Si las tiene, aún no las ha tenido que demostrar. Ni en su vida personal, ni en su desempeño parlamentario. A los parlamentarios se nos exige otro tipo de tareas, que no son comparables ni por asomo, a la conducción del país. ¿Usted está dispuesto a experiementar, está dispuesto a ver si “tiene la capacidad suficiente? Yo no. Lo que está en juego es demasiado importante para hacer experimentos.

Es cierto, hay mucha gente que tiene como objetivo “sacar al FA del gobierno” los que votan de esa manera les da lo mismo que cualquiera sea el candidato. Para los que todo está mal, que ven el país en blanco y negro y que no reconocen los logros que han posicionado a Uruguay al frente de todos los indicadores sociales y democráticos en América Latina; para esa gente, no hay argumentos. Hay pasiones, y son pasiones negativas. Ellos tiene una obsesión, que nosotros dejemos de gobernar. Son los mismos que se han opuesto a las reformas sociales, en el sistema de salud, en la educación, y hasta a las más elementables leyes de regulación del trabajo, como las ocho horas para los trabadores rurales y las domésticas. Son los que votan mucho más por odio que por amor.

Nosotros frente a eso no podemos ni queremos hacer nada. Porque frente al odio no se puede. Pero sí se puede trabajar por defender lo bueno. Por defender la alegría como decía Benedetti. Y nosotros vamos a seguir defendiendo todo lo bueno que hemos hecho. Vamos a votar por esa defensa de valores, de obras, de logros y de conquistas para todos. Vamos a votar por más colores, por más esperanzas y vamos a seguir votando por más y más derechos. En una América Latina que se desangra nosotros vamos a votar bien de Frente. Vamos a votar por Daniel Martínez Presidente!  

-Tany Mendiondo-