El lunes en visita Presidencial se inauguraron dos obras trascendentes en los departamentos de Rivera y Artigas. La UTEC en el primero y la ruta 30 en el segundo. El edificio de la UTEC, obviamente finalizado y pronto para una nueva salida académica; la ruta 30, largamente postergada, con finalización parcial porque entre otras cosas faltan puentes, dimensionados para otra época, cuya estructura posibilitará soportar cargas y tránsito. 

Es el país al que estamos acostumbrados los uruguayos desde siempre, el que nos hace diferentes en América, en donde la política genera infraestructuras, logísticas para potenciar posibilidades y mejorar la calidad de vida. 

El énfasis a esta tradición uruguaya que impuso el Frente Amplio a partir del 1 de marzo del año 2005, es inmenso, casi imposible de transmitir. No hay rincón del territorio, no existe edificio público al que la obra del modelo frenteamplista no le haya llegado. Los presupuestos del Estado en sus distintos períodos del 2005 para acá han engordado permanentemente los recursos destinados al desarrollo del país, por eso lo de ayer en Rivera y Artigas es cumplir con la palabra empeñada, es cumplir con lo que la promesa electoral del programa anunciaba y que la mayoría del pueblo validó. 

Repetidamente decimos en Río Negro que lo que se comprometió el Presidente Tabaré Vázquez en noviembre de 2014 en la Plaza Libertad de San Javier, a los dos años y medio de su gestión, ya había sido ejecutado o tenía avance importante. Es la honra de la política cumplir con lo que la ciudadanía demandó, ese es el título: cumpliendo honramos la Política.

Claro que pudo quedar mejor. Por supuesto, al igual que sucede en nuestras casas cuando se contrata alguna reparación y subyacen deficiencias, exigimos que se arreglen, lo mismo está sucediendo con la obra del Estado uruguayo, entre tanta que se realiza alguna dificultad queda, pero para eso están los controles y las garantías.

Se solucionarán los inconvenientes surgidos.

Es triste y no por los que ponen la cara, es triste que hayan uruguayos que fogoneen marchas cuestionando la calidad de tamaña obra. Ya no da ni para definirlo con que “el árbol no le permite ver el monte”. Es la sin razón y el oportunismo, patología que permanentemente estamos constatando en algunos sectores de la sociedad. El nihilismo más absoluto, todo está mal, todo es sospechado, todo es acusado de posible fraude y engaño. Los recursos que pagan la UTEC en este caso y la ruta 30 pertenecen y salen del pueblo uruguayo. Respetemos no la obra que inauguró el Presidente Vázquez, respetemos las obras del pueblo uruguayo, hagamos política con responsabilidad. Basta de chicana, mentiras, escenarios artificiales, palos, palos y palos en las rueda.

Seamos serios. En esa seriedad que tengamos o no se juega mucho más que el resultado de una elección.

Se juega la calidad de la democracia, y aunque muchos no quieran darse cuenta de eso, lo que de verdad nos hace diferentes en este pobre continente tan maltrecho, es el valor de la democracia, de las reglas de juego y de la convivencia.

-Tany Mendiondo